Fuente: Forbrukerradet
En 2020, el Consejo Noruego de Consumidores presentó una denuncia ante la Autoridad Noruega de Protección de Datos contra la aplicación de citas Grindr por incumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos. La Junta Noruega de Apelaciones sobre Privacidad (Personvernnemnda) anunció hoy que confirma la multa impuesta por la Autoridad Noruega de Protección de Datos de 65 millones de coronas noruegas (aproximadamente 5,8 millones de euros).
La publicidad basada en vigilancia, en la que las empresas recopilan y comparten datos personales con fines comerciales, está completamente fuera de control. Estamos muy contentos de que la Autoridad Noruega de Protección de Datos haya seguido resueltamente nuestra queja y de que la Junta Noruega de Apelaciones de Privacidad haya afirmado claramente que la práctica de Grindr de compartir datos personales sensibles con terceros es ilegal, dice Finn Myrstad, Director de Política Digital de la Consejo Noruego de Consumidores.
Esto envía una fuerte señal a todas las empresas involucradas en la vigilancia comercial. Compartir datos personales sin una base legal tiene graves repercusiones. Hacemos un llamado a la industria de la publicidad digital, que es responsable de rastrear y elaborar perfiles de los consumidores a gran escala, a realizar cambios fundamentales para respetar los derechos de los consumidores.
En 2020, el Consejo Noruego del Consumidor presentó una denuncia contra Grindr. La denuncia se basó en el informe «Fuera de control», que reveló cómo la aplicación recopiló y compartió datos personales confidenciales sobre sus usuarios con varios terceros comerciales, quienes se reservaron el derecho de compartir información con potencialmente miles de empresas más, en el futuro. Servicio de publicidad dirigida a base de vigilancia.
El conocimiento íntimo de las preferencias de los consumidores y de cuándo somos más receptivos a la manipulación es una amenaza no sólo para los derechos de los consumidores y la privacidad, sino que puede tener consecuencias dramáticas para la sociedad. Esta es también la razón por la que el Consejo Noruego del Consumidor y un gran grupo de organizaciones de consumidores y de derechos humanos de toda Europa y Estados Unidos han pedido la prohibición de la publicidad basada en vigilancia.
